Todo comenzó el 24 de marzo de 1975. Ese día la
leyenda del boxeo Muhammad Ali se enfrentaba a un tal Chuck
Wepner, un boxeador del montón que estaba
dando sus últimos pasos en el mundo del boxeo. Wepner fue puesto en ese lugar por un entonces
joven, y cada vez más conocido, Don King,
con la intención de que al “más grande” la
pelea le resultara tan solo un trámite y
defendiera el título. Pero para sorpresa de
todos, Chuck Wepner no solo aguantó los quince
asaltos, sino que hasta logró tirar a Alí,
quien quedó “groggy” en la lona, escuchando
atónito la cuenta del árbitro. En ese momento,
el mundo entero puso atención sobre aquel
desconocido, preguntándose si sería posible
que le ganara al mejor púgil de la historia.
Pero la incógnita no duró mucho. Ali se
recuperó y comenzó a castigar a su contrincante quien,
lejos de abandonar, aguantó cada uno de los durísimos
golpes del campeón, hasta que a
diecinueve segundos del final el árbitro Tony
Perez detuvo el combate y cantó el triunfo
de Ali por KO técnico. Para entonces, Chuck
Wepner ya se había ganado el respeto y admiración
del mismísimo Muhammad Ali y de todos los que
fueron testigos de aquella recordada pelea.
Uno de ellos era el entonces actor ignoto Sylvester
Stallone, quien desde su humilde
departamento siguió el combate por televisión.
Al parecer, la historia de un pobre boxeador como Wepner, que fue capaz de
llegar hasta lo más alto luchando contra todos
y contra sí mismo, lo entusiasmó. Tanto, que
en solo unas horas escribió un guión que tituló Paradise Alley (La calle del paraíso).
En poco tiempo, el libro cayó en manos de los
productores Irwin Winkler y Robert
Chartoff quienes lo leyeron y pidieron a
Stallone una reunión. Allí, el actor, quien
hasta ese momento solo había hecho dos películas
pornográficas y papeles secundarios en unos
cuantos filmes, además de desempeñarse como
co-guionista en algunas producciones, desarrolló
su idea sobre la película que impresionó a los
productores. Para estos, solo era cuestión de
conseguir un actor que interpretara el papel
principal y comenzar con la pre producción. Pero
Stallone no opinaba lo mismo. El quería
protagonizar el film, de lo contrario no habría
nada que filmar. Winkler y Chartoff, no muy
convencidos, decidieron encarar el proyecto de
todas formas.
La
película, que se rodó en veintiocho días y con un
presupuesto bajísimo de 1,1 millón de dólares,
se convirtió rápidamente en éxito absoluto. Sólo
en los Estados Unidos recaudó más de 115 millones de dólares. Ganó
tres premios Oscar (mejor director, mejor película
y mejor montaje), de las diez nominaciones que
consiguió, incluyendo mejor guión y mejor
actor (Sylvester Stallone).
Rocky, como
finalmente se tituló el film, fue el puntapié
inicial para la exitosa carrera de Stallone,
quien luego se convirtió en uno de los actores
de acción más importantes de la historia de
Hollywood. También marcó el incio de una saga de seis películas, y una séptima a estrenarse el 25 de noviembre de 2015 titulada "Creed" y que contará la historia del nieto del primer rival de Rocky Balboa, Apollo Creed. Película que, de tener éxito, no sería descabellado imaginar como el inicio de una nueva franquicia. Otra franquicia más con el inconfudible sello de Stallone.
Con
la dirección de John G. Avildsen, el
film que dio origen a la saga cuenta la historia
de Rocky, un boxeador de poca monta que
se gana la vida recaudando deudas para un
usurero que, de la noche a la mañana, se
encuentra con la posibilidad de disputar el título
mundial de peso completo ante el gran campeón Apollo Creed (Carl
Weathers). En el medio, “el semental
italiano”, apodo con el que el boxeador se
sube al ring, conoce el amor de Adrian (Talia
Shire), una chica soltera con muchas
dificultades para relacionarse con los hombres,
y comienza a entrenarse a las órdenes de Mickey
Goldmill (Burgess Meredith), un ex
campeón de pesos Gallo de la década del ’20.
Una
de las escenas más famosas de la película, y
que fue parodiada infinidad de veces, es aquella
en la que, luego de terminar su puesta a punto
para la pelea, el protagonista sube corriendo
las escaleras del Museo de Arte de Filadelfia.
En 1982, una estatua patrocinada por el propio
Stallone para la promoción de Rocky III,
se colocó en lo alto de la escalinata, pero
luego, por diferencias de opinión por el lugar
en que estaba colocada, la reubicaron en el
exterior del Philadelphia Spectrum Arena, aunque
después fue devuelta temporalmente a su sitio
original en 1990 sólo para el estreno de Rocky
V y en 2006, por el trigésimo aniversario
del origen de la saga, fue definitivamente
movida a su actual ubicación, en un lateral de
la escalinata.
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Sin dudas que la música de la película
merece un párrafo aparte y aquí lo tiene. La
banda de sonido de Rocky fue compuesta
por Bill Conti. El tema principal, la
canción Gonna Fly Now, que motiva hasta
al más decaído de los mortales, se convirtió
en un verdadero clásico por si solo, tal es así
que se mantuvo en los primeros lugares de la
lista Billboard Magazines Hot 100 durante
varias semanas y el American Film Institute la
colocó en el puesto 58 en su AFI’s 100 Años...100
Canciones.
La banda sonora de Rocky fue
reestrenada íntegramente en 1988, por EMI, para
CD y cassette. Por otra parte, Conti también
fue el responsable de la música de Rocky II, III y V y volvió a ocupar ese rol
en la más reciente Rocky Balboa. CR |